Forma parte de la  dialéctica del pensamiento y de la acción emancipatorios que la crítica  del dinero cueste dinero. Toda la circulación es burguesa, pero la  crítica de la forma burguesa, incluyendo la propia circulación, tiene  que abrirse camino a través de la circulación, porque ni siquiera existe  otra posibilidad de divulgar los contenidos de la crítica a una escala  mayor. Tenemos idea de las contradicciones que se encuentran asociadas a  esta relación entre la forma (la forma de la mercancía del producto  ¡EXIT!) y el contenido (la crítica de la forma de la mercancía por parte  de ¡EXIT!). La necesidad de inclinarnos sobre los problemas que de ahí  se derivan se hace sentir hasta en el centro de las situaciones  relacionadas de nuestro contexto. Esto no altera para nada el hecho de  que las actividades de ¡EXIT! necesitan ser financiadas cosa que, además  de la edición de la revista teórica, incluye el mantenimiento de la  página web, la organización de seminarios y encuentros de coordinación  etc. 
El autor de este  llamamiento es el mismo que, ya en 2003, buscó donativos para Krisis.  Entonces ninguno de nosotros hubiera pensado que la mayoría de la  redacción y de los socios activos se encontraría, un año más tarde, en  medio del proceso de un completo reinicio. Lo que nos obligó a tanto fue  un acto de fuerza pura y dura de un pequeño grupo que, recurriendo a  golpes bajos administrativos y trucos jurídico-formales, se adueñó del  rótulo de Krisis (incluyendo los bienes de la asociación, la pretensión a  los derechos sobre nuestros textos y la pretensión de la representación  exclusiva del pasado común) a fin de imponer una versión regresiva,  androcéntricamente abreviada y reduccionista de la crítica del valor. La  antigua mayoría de la redacción de Krisis, expropiada bajo todos los  aspectos, en esas condiciones ni siquiera podía conseguir poner en  marcha a ¡EXIT! si no hubiésemos sido apoyados, ya de entrada, por una  amplia donación individual. El proyecto ¡EXIT!, mientras tanto, se  consolidó en términos organizativos, y los contactos internacionales  incluso se ampliaron. Aún así, la cobertura financiera es todavía  demasiado débil para asegurar todas las actividades necesarias. 
Hay que añadir  que, este año, empeoraron aún más las condiciones sociales externas para  los proyectos teóricos. La crisis social golpeó también a la puerta de  las nuevas capas intermedias, las restricciones en el sector de los  medios de comunicación y de la cultura se volvieron a agudizar  dramáticamente una vez más. Cada vez más grupos e instituciones  quisieran tener conferenciantes, pagando de preferencia la tarifa cero;  los pagos de honorarios por parte de editores y periódicos se atrasan;  las librerías van retirando de las estanterías casi toda la crítica  social radical con pretensión teórica. En los seminarios y encuentros de  coordinación, están aumentando las peticiones de subsidios, para  costear los viajes y el alojamiento. Y la lucha cotidiana por la  supervivencia social va devorando cada vez más las energías, que serían  necesarias para la actividad teórica y organizativa. 
De esta manera,  cuanto más se van confirmando nuestros propios pronósticos, más amenaza  con reducirse el espacio de maniobra material para la reflexión teórica.  Incluso en el contexto de los enfoques de los movimientos sociales,  parece proliferar, ya desde ahora, un pensamiento en el fondo hostil a  la teoría y caracterizado por una falsa inmediatez, al cual se van  juntando tendencias de una crítica del valor abreviada. ¡EXIT!, por el  contrario, quiere mantenerse a distancia de todas las exigencias de  inmediatez. Solamente así puede ser afirmado el propio peso de la teoría  radicalmente crítica, en el sentido de crítica del valor-disociación,  en solidaridad crítica con la resistencia social. Tanto más el proyecto  ¡EXIT! necesita de apoyo, de todos cuantos reconocen la importancia a  una instancia teórica como esta, que no se deja reducir al perfil de exigencia de la conciencia media de la movida de la izquierda. 
Pero se trata  también de fortalecer una reestructuración interna del proceso de  elaboración teórica y del contexto organizativo, que, en los pocos meses  pasados desde la fundación de ¡EXIT!, desarrolló una dinámica  insospechada. La estructura de apoyo dio una vuelta completa; los socios  nuevos son más que los antiguos, y todos se destacan por un grado de  exigencia más elevado y por un compromiso mayor. Nunca hasta la fecha  hubo tanta gente participando de forma activa en el contexto crítico del  valor-disociación y dando su apoyo en todos los aspectos, nunca hasta  hoy existió una red tan densa de comunicación horizontal a varios  niveles. Así también se formó una red transnacional de traductoras y  traductores, con una estructura de discusión propia. Pero sobre todo  nunca hasta la fecha las mujeres pudieron contribuir con sus capacidades  y hacerse escuchar con pretensiones teóricas independientes de un modo  tan despreocupado, sin ser boicoteadas más o menos sutilmente. De una  forma incipiente, se rompió con la sorda estructura típica de asociación  masculina del viejo contexto de Krisis y con la parálisis causada por  la férrea inflexible competencia de autoafirmación y de ambición.  Creemos que también esta dinámica interna en el sentido de relaciones  emancipatorias merece ser apoyada, no debiendo fracasar debido a  restricciones materiales. 
Para que pueda  asegurarse la actividad de ¡EXIT! en el año 2005, necesitamos con  urgencia un apoyo financiero además de las cuotas de los socios.  Pedimos, por ello, no solo a todos los socios, sino también a tod@s l@s  otr@s interesad@s, que ahora se decidan a contribuir de forma  individual. Ante la dificultad de la situación, incluso las pequeñas y  pequeñísimas contribuciones serán una ayuda. Y es también así (y sin  prejuicio de la posibilidad siempre existente de criticar a ¡EXIT!, con  relación a cuestiones concretas) como puede ser fijado ese mínimo  compromiso, sin el cual un proyecto teórico no puede sostenerse a largo  plazo.
Robert Kurz, por la redacción de ¡EXIT!, diciembre 2004
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Original alemán: DIE KOSTEN DER KRITIK
Traducción al portugués L.N., revisada por B.A. http://obeco.planetaclix.pt/
Traducción al español: contracorriente

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