En mi reciente artículo Más allá del voto hablé sobre la cuestión de votar o no votar por representantes políticos. Mi conclusión podría resumirse diciendo que no veo ninguna razón para que no votes por candidatos más o menos “progresistas” o incluso por aquellos que representan el “mal menor”, pero te aconsejo que seas consciente de las limitaciones de esa estrategia y que evites poner toda la carne en ese único asador. Concederé, sin embargo, que este es un tema complejo y que hay algunos buenos argumentos en contra de fomentar tal voto, en la medida en que tiende a prestarle credibilidad al sistema existente y a distraer la atención de otras posibilidades más radicales.
Votar directamente sobre ciertos temas es otra cosa. Me resulta difícil imaginar cómo cualquier persona consciente puede oponerse, o ser indiferente, a la Proposición 19 de California por la legalización de la marihuana (haciéndola sujeto de los mismos tipos de regulación e impuestos como aquellas drogas mucho más peligrosas: el alcohol y el tabaco). Además de sus inmediatos efectos beneficiosos en California, es probable que la aprobación de esta proposición tenga una significativa influencia de inspiración en otros estados y en otros países (como hemos visto con la reciente avalancha de victorias legalizando el matrimonio entre personas del mismo sexo).
Por otra parte, la legalización de la marihuana ya no es una cuestión marginal y poco realista: la Proposición 19 está avanzando en las encuestas y tiene una buena posibilidad de ganar. Pero la votación será estrecha, y la industria del alcohol está invirtiendo millones de dólares para la campaña de la oposición. Te animo a votar por la Proposición 19 (si vives en California) y también para apoyarla de toda otra manera posible, ya sea como voluntario, contribuyendo con dinero, o ayudando a su divulgación (lo cual puedes hacer independientemente de donde vivas). Para más información, ve a http://es.wikipedia.org/wiki/Proposición_19_(California).
Es posible argumentar que un partido político es tan malo como el otro, o al menos que las diferencias son tan leves que uno haría mejor en invertir su energía en otros proyectos. Pero la eliminación de una imbécil ley de prohibición que gasta miles de millones de dólares poniendo a millones de personas en prisión por un “delito” sin víctimas será un gran triunfo para casi todo el mundo. Los únicos perdedores serán los grandes traficantes de drogas y los dueños del complejo carcelario-industrial.
Para algunos comentarios más generales sobre el crimen, el castigo, y el sistema de “Justicia” criminal, consulta Anti-Prison Resources.
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